Santo Domingo. Son muchos los retos que afrontan tanto médicos como pacientes, al momento de prestar asistencia en las salas de emergencias en el país. La adecuación hospitalaria, la reducida disponibilidad de sub- especialistas, la limitada capacidad de los centros y la necesidad de actualización sobre el manejo adecuado del paciente son solo algunos de los factores más recurrentes que inciden en un deterioro del sistema de salud dominicano.
Buscando aportar soluciones a este panorama, la Sociedad Dominicana de Pediatría realiza tres cursos sobre el abordaje oportuno y protocolos actuales para la atención de emergencias pediátricas, la importancia del tamiz nutricional y la evidencia científica en la era de la inteligencia artificial.
“La capacitación a los pediatras en las unidades de primer y segundo nivel de atención de salud es esencial si queremos descongestionar los centros de tercer nivel e identificar correctamente al paciente crítico. Si no nos formamos sobre las patologías más recurrentes de estos pacientes, no se puede dar un abordaje oportuno en las Unidades de Emergencias”, destacó el doctor Romny Pujols, presidente del capítulo dominicano de emergencias pediátricas de la Sociedad Dominicana de Pediatría.
Dentro de los casos más recurrentes que reciben en las Emergencias del país están relacionados a quemaduras, politraumas, patologías respiratorias, así como la descompensación de pacientes crónicos.
Para el primer bloque de estos cursos, se realizó un mini simposio liderado por el capitulo de Emergencias Pediátricas de la SPD y el Cincinnati Children’s Hospital, quienes orientaron a los especialistas sobre: evaluaciones cardiopulmonares, trabajo en equipo en el manejo y estabilización del paciente crítico, sedación y analgesia ambulatoria y en urgencias, así como técnicas de intubación, y abordaje de vías aéreas difíciles.
El doctor Pujols enfatizó que muchas veces no se identifica de manera adecuada al paciente crítico y se pierde tiempo en el manejo del mismo, lo que impacta de manera negativa en el pronóstico del mismo, por ello la capacitación continua se convierte en un gran reforzador para garantizar mejores prácticas durante la urgencia.
