La izquierda francesa protagonizó este domingo una gran vuelco electoral al quedar en cabeza de las legislativas, por delante del bloque macronista, lo que relegó a la favorita, la ultraderecha de Marine Le Pen, al tercer lugar.
El Nuevo Frente Popular (NFP) que reúne a los partidos de izquierda va a designar esta semana a un candidato a primer ministro para que sea nombrado y gobierne con su propio programa y no en coalición con la mayoría saliente del presidente, Emmanuel Macron.
“Esta semana tenemos que ser capaces de preparar una candidatura”, subrayó este lunes el primer secretario del Partido Socialista (PS), Olivier Faure, que insistió en que Macron tiene que reconocer que “ha sido derrotado” en las elecciones legislativas del 30 de junio y el 7 de julio.
La Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, primer partido de Francia con diferencia por el número de votos en la segunda vuelta de las legislativas pero relegado en la Asamblea Nacional por el efecto del llamado cordón sanitario, va a hacer un “examen de conciencia” de sus errores.