La tragedia en el sur de Brasil, donde las fuertes lluvias han causado inundaciones y dejado 146 muertos y 132 desaparecidos, podría empeorar debido a la crecida de los ríos. Las labores de rescate se han visto dificultadas por las alertas climáticas, y se han centrado en la distribución de ayuda a los 620.000 desplazados, de los cuales 82.200 están en albergues provisionales. Según la Defensa Civil, se han registrado dos muertes adicionales y siete personas más están desaparecidas.
Alerta máxima
En Rio Grande do Sul, estado fronterizo con Argentina y Uruguay, se vive el panorama más dramático de la región, pues las inundaciones ya dejan 145 muertos y 806 heridos.
En casi todo el estado permanece en alerta máxima por las previsiones meteorológicas y los cuerpos de rescate aprovechan los pocos espacios que dejan los temporales para continuar con las búsquedas.
Además de torrenciales aguaceros se esperan fuertes vientos y bajas temperaturas que pueden extenderse hasta el martes.




