- Los estudiantes que reciben tutorías remotas en América Latina y el Caribe aprenden un 30% más rápido.
- Por cada US$100 invertidos en tutorías de ocho sesiones durante dos meses se logra el 40% del aprendizaje de un año escolar en habilidades fundacionales como la lectoescritura o las matemáticas.
Un nuevo informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) concluye que las estrategias de aceleración de aprendizajes, y en especial las tutorías remotas por teléfono, son un método altamente eficaz y costo-efectivo para recuperar lo perdido durante la pandemia y superar el rezago educativo en América Latina y el Caribe. De hecho, los estudiantes que reciben tutorías remotas en la región aprenden un 30% más rápido que los que no las reciben.
La publicación “Multiplicar aprendizajes: tutorías a distancia para potenciar la escuela” es la primera guía enfocada en la región para desarrollar estrategias de aceleración de aprendizajes.
Los autores analizan la experiencia implementada por cuatro países de América Latina, con apoyo del BID, y en otros seis cuyas experiencias están en curso. La evidencia recogida apunta de forma consistente a mejoras en los aprendizajes y en el bienestar de los alumnos.

Los autores calculan que las estrategias de tutorías pueden lograr alcanzar hasta el 40% del aprendizaje de un año escolar en habilidades fundacionales como la lectoescritura o las matemáticas, por cada US$100 invertidos por estudiante. Eso lo ubica entre las intervenciones educativas más costo efectivas.
“A los 15 años, los estudiantes de la región tienen un retraso de tres años en el rendimiento académico en matemáticas, lectura y ciencias en comparación con un estudiante promedio de la misma edad en los países de la OCDE. Para cerrar este rezago los estudiantes no pueden seguir aprendiendo al mismo ritmo. Es necesario acelerar sus aprendizajes. ¿Cómo? Con una estrategia innovadora y altamente efectiva que no viene a sustituir a la escuela, sino a potenciarla. Cuando se pone al otro lado de la línea telefónica a tutores competentes y empáticos, se logran superar las barreras que limitan el éxito educativo”, dijo Mercedes Mateo, jefa de educación del BID.




