
Consumir cebollas en una cantidad adecuada puede ayudar a las personas a controlar la hipertensión. No solo eso: un grupo de expertos en nutrición ha descubierto que esta hortaliza es idónea para prevenir ciertas enfermedades cardiovasculares, por lo que debería estar presente en las dietas de todo tipo de personas.
La cebolla está compuesta principalmente por agua (un 89%), lo que la hace muy ligera: 38 calorías por 100 gramos. Los carbohidratos (8,6%) son su nutriente más abundante, seguidos de la fibra (1,6%), y apenas proporciona proteínas (1,2%) ni grasas (0,2%).
En cuanto a sus vitaminas y minerales, procura buenas dosis de vitamina C (9 mg/100 g), potasio (300 mg), calcio (32 mg) y fósforo (44 mg), así como un alto porcentaje del oligoelemento cromo y pequeñas cantidades de azufre, bromo, cobalto, cobre, magnesio, silicio y cinc.
Según la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria en la cebolla hay fitonutrientes, como la quercetina, que son potencialmente beneficiosos para prevenir las afecciones cardiacas y la evolución celular cancerosa; y compuestos de azufre, como la saponina alicina que previenen las infecciones, el aumento del colesterol y la aparición de tumores.
La fama de la cebolla como alimento depurativo es bien merecida, pero sus propiedades para la salud van mucho más allá.
- Cardiosaludable. Debido a sus componentes azufrados previene la agregación plaquetaria y la formación de trombos, así como el colesterol y los triglicéridos altos.
- Diurética. Por su riqueza en potasio y escaso sodio, resulta diurética y ayuda en casos de edemas, hipertensión y piernas pesadas.
- Prebiótica. Es rica en fructo-oligosacáridos, prebióticos que estimulan el crecimiento de bifidobacterias en el intestino e inhiben el desarrollo de bacterias patógenas. Este equilibrio en la flora intestinal reduce el riesgo de cáncer de colon.
- Digestiva. Previene la fermentación intestinal, la presencia de parásitos y hongos, y el estreñimiento. Alivia las digestiones pesadas y la flatulencia con hipoclorhidria, pero hay que ser cauto si se suele sufrir acidez.
- Antioxidante. Contiene quercitina, un flavonoide de propiedades antiinflamatorias, antialérgicas y protectoras frente al cáncer.
- Antidiabética. Gracias a su riqueza en cromo, que forma parte del llamado FTG (factor de tolerancia a la glucosa), y también a la glucoquinina, que estimula el páncreas, ayuda a reducir el nivel de azúcar en la sangre en las personas diabéticas.
- Anticancerígena. Numerosos estudios demuestran que la ingesta habitual de cebolla previene el cáncer: quienes la comen regularmente presentan, por poner un ejemplo, un riesgo un 40% menor de desarrollar cáncer de estómago.