
El Alzheimer es una enfermedad que tiene una base neurodegenerativa. A nivel del cerebro se genera una acumulación anormal de proteínas que va generando la muerte de neuronas. Esta enfermedad es una de las causas más frecuentes de demencia y afecta principalmente a personas mayores de 65 años.
El Alzheimer tiene varias etapas. Una etapa preclínica que empieza muchos años antes que se inicien los síntomas. Luego se pasa a un estadio de deterioro cognitivo leve. Empiezan a hacerse evidentes fallas cognitivas, es el paciente que comienza a tener fallas de memoria significativas, pero que sigue manejándose de manera independiente en sus actividades diarias. Esta es una etapa de transición.
Dentro de los síntomas se reflejan los problemas cognitivos como fallas de memoria, de atención, de lenguaje, de funciones ejecutivas, de funciones visuoespaciales, y otras.
Es frecuente que los pacientes tengan trastorno de ansiedad, depresión, apatía, irritabilidad, agresividad, labilidad emocional, delirios, agitación, y otros.
Ante un paciente que consulta por queja cognitiva y/o ante el reporte de un familiar de fallas cognitivas que parecen ser significativas se solicitan varios estudios. Se debe realizar un estudio de imagen cerebral, preferentemente una resonancia magnética de cerebro o, si no es posible, una tomografía computada de cerebro. La finalidad principal es descartar que no haya lesiones vasculares, un tumor, hidrocefalia, o algún otro tipo de lesión, ya que estas también son posibles causas de deterioro cognitivo y son fácilmente identificables con estudios de imágenes.
El pasado 21 de septiembre fue celebrado el Día Mundial del Alzheimer, que tiene como objetivo concienciar acerca de esta enfermedad y de recordar que cada vez se manifiesta en una mayor cantidad de personas a nivel mundial.